Con más de 200 millones de estadounidenses llamados a votar en las elecciones presidenciales de noviembre, el resultado final podría depender de un reducido número de votos en los llamados «estados bisagra«. Estos estados, que no se inclinan claramente hacia un partido, tendrán un peso significativo en la elección del próximo presidente, ya que representan 93 de los 538 votos electorales.
El sistema electoral estadounidense y los estados bisagra
En EE. UU., el sistema electoral se basa en el voto indirecto: los ciudadanos eligen al candidato al que desean que los electores de su estado apoyen, y el ganador en cada estado se lleva todos sus votos electorales (excepto en Nebraska y Maine). Para ganar la presidencia, se requieren al menos 270 votos electorales. Este sistema otorga una influencia desproporcionada a los estados indecisos, donde cada candidato destina gran parte de sus recursos.
Los siete estados bisagra que decidirán el futuro del país
- Pensilvania
Con 19 votos electorales, Pensilvania es uno de los estados más codiciados. Trump ganó allí en 2016 por un estrecho margen, mientras que Biden recuperó el estado en 2020. La contienda enfrenta a Harris, con el respaldo de los sindicatos y los proyectos de infraestructura de Biden, y a Trump, que tiene el apoyo de la población rural y los sectores industriales en declive. - Michigan
Este estado, con 15 votos electorales, fue una sorpresa en 2016 cuando votó por Trump. Biden lo recuperó en 2020, pero Harris enfrenta ahora la oposición de votantes árabes-estadounidenses, insatisfechos por el respaldo de EE. UU. a Israel. Trump apuesta a la inflación como su tema clave para ganar a la clase media en este estado de la industria automotriz. - Wisconsin
Con 10 votos electorales, Wisconsin también se considera fundamental. Los republicanos realizaron su convención en Milwaukee este año, subrayando su importancia en la campaña. Mientras Harris y los demócratas presentan a Trump como una “amenaza para la democracia”, el expresidente intenta reconquistar este estado, que formó parte del «muro azul» demócrata hasta 2016. - Georgia
Con 16 votos electorales, Georgia ha sido históricamente republicano, pero apoyó a Biden en 2020. Harris busca atraer a los jóvenes y a la comunidad afroamericana. Sin embargo, Trump tiene fuerte apoyo entre los votantes religiosos, quienes lo consideran un aliado tras la suspensión de la garantía federal del aborto, una cuestión central en el estado. - Carolina del Norte
Este estado sureño, con 16 votos electorales, no ha votado por un demócrata desde Barack Obama en 2008, aunque su gobernador actual es demócrata. Harris busca el respaldo de la población afroamericana y los jóvenes, mientras los demócratas tratan de aumentar la participación electoral. - Arizona
Con 11 votos electorales, Arizona es un estado históricamente republicano que votó por Biden en 2020. Trump ha centrado su campaña en la inmigración, un tema clave en este estado fronterizo, pero Harris espera obtener apoyo tras las elecciones de medio mandato de 2022, en las que ganó la gobernadora demócrata. - Nevada
Con solo seis votos electorales, Nevada ha sido demócrata desde 2004. Trump confía en el respaldo de la población latina conservadora, mientras que Harris espera que los nuevos habitantes del estado, principalmente trabajadores jóvenes del sector tecnológico, inclinen la balanza a su favor.
¿Qué significan estos estados para la elección presidencial?
Los estados bisagra tienen la capacidad de decidir la elección debido a su volatilidad. La posibilidad de que pequeños cambios en la preferencia de los votantes afecten los resultados hace que tanto Donald Trump como Kamala Harris enfoquen sus estrategias en estos lugares. La demografía cambiante, las condiciones económicas y las políticas locales son factores determinantes en cada uno de estos estados, lo que añade incertidumbre a los resultados.