El multimillonario Elon Musk, propietario de Tesla, SpaceX y la red social X (anteriormente Twitter), ha donado un total de 75 millones de dólares a la campaña presidencial de Donald Trump en Estados Unidos, una inversión sin precedentes que confirma su respaldo absoluto al exmandatario republicano.
Según cifras de la Comisión Electoral Federal (FEC) reveladas el martes, Musk realizó contribuciones de 15 millones en julio, 30 millones en agosto y 30 millones más en septiembre al grupo de apoyo America PAC, una organización política dedicada a impulsar la candidatura de Trump.
La relación entre Musk y Trump parece consolidarse en el contexto de las elecciones de 2024, especialmente tras el mitin de principios de octubre en el que Musk subió al escenario para expresar su apoyo. Incluso, se mostró abierto a ocupar un puesto en el gobierno si Trump resulta elegido, marcando un giro en la trayectoria del empresario hacia una posible participación en la política.
Esta inyección de capital y la posible colaboración política de Musk han desatado intensos debates en el ámbito político y empresarial de Estados Unidos, donde se especula sobre las repercusiones de esta alianza.
Como figura influyente en la tecnología y la industria aeroespacial, la participación de Musk en un eventual gobierno de Trump podría implicar una reforma significativa en temas de tecnología, libertad de expresión en redes sociales y exploración espacial.
La ambición de Musk en torno a este respaldo a Trump plantea preguntas sobre sus intenciones a largo plazo. ¿Está buscando un papel en la política o simplemente quiere influir en decisiones clave para sus empresas? Las próximas semanas serán cruciales para entender el alcance y los motivos de esta jugada