El vuelo inaugural tripulado de Starliner debía demostrar la capacidad de Boeing para llevar a los astronautas de manera segura a la Estación Espacial Internacional (EEI). Sin embargo, tras meses de retrasos y más de 1,000 pruebas, la NASA concluyó que la cápsula no podía garantizar un retorno seguro, lo que generó tensiones entre Boeing y la agencia espacial. Finalmente, se decidió que Butch Wilmore y Sunni Williams, los astronautas afectados, regresen en una cápsula Crew Dragon de SpaceX, una nave de la competencia.
Originalmente, la misión Crew-9 planeaba enviar a cuatro astronautas en una misión que duraría hasta febrero de 2025. Sin embargo, solo se lanzarán dos: Nick Hague de la NASA y Aleksandr Gorbunov de Roscosmos. Los otros dos asientos estarán ocupados por maniquíes que simulan el peso de los astronautas, dejando espacio para Wilmore y Williams en su regreso.
Ambos astronautas señalaron que no están decepcionados por el tiempo extra en el espacio, resaltando que parte del trabajo de un astronauta es enfrentar lo inesperado. «Estamos entusiasmados por volar en dos naves espaciales diferentes», dijo Williams, subrayando lo positivo de la experiencia.