Adís Abeba. Un deslizamiento de tierra provocado por las fuertes lluvias ha dejado cerca de 150 muertos en una zona de difícil acceso del sur de Etiopía, convirtiéndose en el peor desastre de este tipo registrado en el país africano.
Las autoridades de la zona administrativa de Gofa informaron de 146 muertos, mientras que la radiotelevisión pública etíope EBC habló de 157 fallecidos, citando al jefe de la zona. Según los informes, se han encontrado cinco sobrevivientes.
«Se han encontrado un total de 146 cadáveres, de los cuales 96 son hombres y 50 mujeres«, dijo en un comunicado Habtamu Fetena, responsable de relaciones públicas de Gofa. Advirtió que el número de muertos podría aumentar a medida que continúan las operaciones de rescate.
Dagemawi Ayele, administrador de la zona de Gofa, explicó que la mayoría de las víctimas murieron sepultadas el lunes mientras intentaban ayudar a los habitantes de una casa afectada. El siniestro ocurrió en la kebele de Kencho, ubicada en el woreda de Geze-Gofa, una zona rural y montañosa a más de 450 kilómetros de Adís Abeba.
«Los que se apresuraron a salvar vidas perecieron, incluidos el administrador local, maestros, profesionales de la salud y agricultores», añadió Dagemawi.
El presidente ejecutivo de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, expresó en la red X su «solidaridad con el pueblo y el gobierno etíopes». Las fotos publicadas en Facebook por las autoridades muestran a una multitud al pie de una colina desprendida, tratando de extraer cuerpos de una gruesa capa de arcilla rojiza con palas, azadones y sus propias manos.
Esta región del sur de Etiopía ha sido una de las más afectadas por las inundaciones de abril y mayo, durante la temporada de lluvias. Un etíope residente en Nairobi, originario de la región, describió el área como rural, aislada y montañosa, y explicó que el suelo no es firme, por lo que «cuando llueve mucho, se hunde y se cae inmediatamente».
Contexto histórico
El deslizamiento de tierra más mortífero de África ocurrió el 14 de agosto de 2017 en Freetown, la capital de Sierra Leona, dejando 1,141 muertos. Este reciente desastre en Etiopía resalta la vulnerabilidad de muchas regiones africanas a eventos climáticos extremos y la necesidad de mejorar las medidas de prevención y respuesta ante desastres naturales.