Puerto Príncipe, Haití. El lunes, 200 policías kenianos partieron hacia Haití como parte de una misión respaldada por la ONU para combatir la creciente violencia de pandillas en el país caribeño. Este despliegue se suma a los 400 agentes enviados en junio y forma parte de un compromiso de enviar un total de 1,000 policías para ayudar a estabilizar la situación en la atribulada nación.
La iniciativa, liderada por el presidente de Kenia, William Ruto, ha enfrentado desafíos legales en su país de origen, donde las protestas antigubernamentales y los cuestionamientos judiciales han marcado su mandato. Sin embargo, altos oficiales de la policía confirmaron que el nuevo contingente de 200 agentes ya ha llegado a Haití y se está uniendo a sus colegas en el terreno.
«Tenemos 200 policías que partieron anoche, deberían aterrizar en su destino de Haití esta mañana», declaró un alto oficial de policía a la AFP. Otra fuente policial de alto rango añadió: «Pronto saldrán más hasta que tengamos a los 1,000».
Kenia lidera una fuerza internacional que se espera alcance los 2,500 efectivos, con contribuciones de otros países de África y el Caribe. La misión cuenta con el respaldo, aunque no con la administración, de las Naciones Unidas.
En julio, el Servicio Nacional de Policía de Kenia desmintió rumores sobre la muerte de siete agentes en Haití, asegurando que las fuerzas desplegadas habían sido «recibidas calurosamente» y estaban «todas seguras y listas para cumplir con su mandato».
El despliegue fue aprobado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre, pero enfrentó retrasos debido a una decisión judicial en Kenia que inicialmente lo declaró inconstitucional. Aunque el gobierno keniano obtuvo un acuerdo bilateral con Haití en marzo, un partido de oposición ha presentado una nueva demanda para bloquear la misión.
Estados Unidos, que ha buscado ansiosamente un país para dirigir esta misión, está proporcionando fondos y apoyo logístico. No obstante, el presidente Joe Biden ha descartado el despliegue de tropas estadounidenses en Haití, país donde Washington tiene un historial de intervenciones.
Preocupaciones por Derechos Humanos
Human Rights Watch ha expresado dudas sobre la misión en Haití, especialmente en relación con su financiación y las acusaciones recurrentes de uso excesivo de la fuerza y homicidios ilegítimos por parte de la policía keniana. La situación en Haití se ha deteriorado gravemente desde febrero, cuando grupos armados lanzaron ataques coordinados en Puerto Príncipe con el objetivo de derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry.