Ciudad de Panamá, EFE.- El nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció este viernes un proceso de “depuración” en los cuerpos de seguridad para impedir su cooptación por parte del crimen organizado, así como la compra de equipamiento para elevar su “moral” y operatividad.
“Viene también un proceso de depuración a lo interno de cada estamento para no dejar que el delito, el narcotráfico o el crimen organizado impere o trate de imperar a lo interno de cada uno de ustedes como estamentos”, dijo Mulino.
El nuevo presidente de Panamá, que asumió el cargo el pasado 1 de julio para un período de 5 años, se expresó así durante la ceremonia de cambio de mando en la Policía Nacional (PN), el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) y el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Analistas locales denuncian corruptelas en las filas de la Policía Nacional que se evidencia, por ejemplo, con el tráfico de armas o drogas en las cárceles, y no es extraño que agentes de la fuerza pública sean atrapados trasegando drogas.
Mulino habló de elevar la “moral” de los agentes de seguridad del Estado, a la luz de que “vienen tiempos complejo” para el país, que atraviesa una crisis económica que ha prometido enfrentar con disciplina fiscal, austeridad y atracción de inversiones.
“Desde ya iniciaremos un proceso de levantamiento de la moral a todos los cuerpos policiales, fronterizos y navales del país”, para lo que, entre otras, se está ya coordinando “para la compra de todo su equipo, desde uniformes, botas, zapatos, armas, municiones, automóviles” , así como “pagar los seguros que corresponda”.
Panamá abolió el Ejército en 1990, tras la invasión en 1989 del Estados Unidos para capturar al dictador Manuel Antonio Noriega (1934-2017), y creó en su defecto la Fuerza Pública que a la postre y tras cambios legales quedó representada en los actuales cuerpos de seguridad, que están integrados por más de 30.000 efectivos de acuerdo con los datos disponibles.