París. – Este viernes, una colección histórica de 4.000 menús de banquetes oficiales, que se remonta a la época de Napoleón III hasta la actualidad, saldrá a subasta en París. La colección pertenece al renombrado chef francés Christophe Marguin y su venta representa una «primicia mundial», según la casa de remates Millon.
Los menús, que pueden ser admirados en la sede de Millon, ofrecen curiosidades para todos los gustos y abarcan 150 años de historia diplomática y gastronómica. Entre los más destacados se encuentra una cena del 5 de junio de 2014 que casi provoca un incidente diplomático durante las conmemoraciones del 70º aniversario del Desembarco Aliado en Normandía. En esa ocasión, el presidente francés François Hollande recibió a su homólogo estadounidense Barack Obama en un restaurante con estrellas Michelin del chef Guy Savoy. Después de una ensalada de langosta azul y un róbalo a la parrilla, Obama pidió un plato de queso antes del postre, lo que retrasó el programa de la cena y casi causó problemas, ya que Hollande debía reunirse posteriormente con el presidente ruso Vladimir Putin.
Otro evento espectacular incluido en la colección es un almuerzo servido a 23.000 alcaldes franceses en los jardines de las Tullerías, cerca del Louvre, para la Exposición Universal de 1900. Este banquete requirió 7 kilómetros de mantel, 125.000 platos, 600 cocineros y ayudantes, 2.200 camareros, 2 toneladas de salmón, 1.200 litros de mayonesa y 39.000 botellas de vino.
La colección también incluye menús de cenas de Estado con figuras como el emperador de Japón Hirohito, Nelson Mandela y Sadam Husein. Estos menús, valorados entre 10 y 1.500 euros cada uno, están impresos en seda o papeles de gran calidad y, en ocasiones, decorados por famosos artistas. Un ejemplo notable es el menú realizado para el presidente estadounidense Jimmy Carter, que incluye una litografía de Marc Chagall.
Pierre Marquis, experto del gabinete Poulain que participa en la operación, señaló cómo la evolución de las relaciones internacionales se refleja en los menús a lo largo de los años. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, las visitas oficiales eran mucho más raras y cada una estaba marcada por eventos excepcionales, incluyendo desfiles, banquetes en el palacio presidencial del Elíseo, comidas en Versalles y maniobras militares, además de veladas en la Ópera o en el teatro.
Algunos menús también contienen mensajes subliminales. En 1897, cuando Francia intentaba estrechar sus lazos con Rusia y Gran Bretaña, la cena en honor del zar Nicolás II incluía «esturión del Volga a la moscovita» y «piña a la Victoria«, un postre en honor a la reina de Inglaterra de la época.
Habitualmente, el presidente francés tiene la última palabra respecto a la elección del menú, que se discute minuciosamente para evitar deslices diplomáticos. En una de las numerosas visitas de la reina Isabel II, Francia propuso un menú «con o sin foie gras» por temor a molestar a su hijo Carlos, defensor del bienestar animal. Sin embargo, fue la reina, amante del foie gras, quien tuvo la última palabra, revela el experto Marquis.
Esta subasta ofrece una oportunidad única para adquirir piezas históricas que no solo representan el arte culinario, sino también los vínculos diplomáticos y las costumbres de diversas épocas.