AtaRDecer.- A sus 117 años, la hispano-estadounidense María Branyas no solo ostenta el título de la persona más longeva del mundo, sino que ha logrado un hito histórico al convertirse en la 11ª persona más anciana jamás registrada. Su vida, que comenzó en 1907, ha sido testigo de más de un siglo de cambios y transformaciones en el mundo.
Nacida en San Francisco, California, de padres catalanes, María Branyas regresó a España con su familia a los 3 años. Desde entonces, ha vivido en Olot, Girona, donde reside actualmente en una residencia de ancianos.
Testigo de una época: A lo largo de su vida, Branyas ha presenciado eventos históricos de gran magnitud, como dos guerras mundiales, la pandemia de gripe española, la Guerra Civil Española, la llegada del hombre a la Luna y el desarrollo de la tecnología digital.
Longevidad excepcional: Su excepcional longevidad ha despertado la curiosidad de la comunidad científica, que busca comprender los secretos detrás de su vitalidad. Se cree que una combinación de genética favorable, hábitos saludables y una actitud positiva ante la vida han contribuido a su larga vida.
Un legado inspirador: María Branyas es un ejemplo de resiliencia, fortaleza y optimismo. Su historia nos recuerda la importancia de disfrutar cada momento de la vida y nos inspira a vivir con plenitud y propósito.
Más allá de su edad: A pesar de su avanzada edad, Branyas conserva una mente lúcida y una gran vitalidad. Disfruta de leer, escuchar música, tocar el piano y pasar tiempo con su familia.
Un símbolo de esperanza: En un mundo cada vez más acelerado, María Branyas nos recuerda la importancia de la memoria, la paciencia y la sabiduría que solo se adquieren con el tiempo. Su vida es un símbolo de esperanza y un recordatorio de que el potencial humano no tiene límites.
Con una sonrisa en el rostro y una mirada llena de sabiduría, María Branyas continúa su camino, dejando una huella imborrable en la historia y una inspiración para las generaciones venideras.