En Francia, el derecho de abortar será una «libertad garantizada» consagrada en la Constitución, a partir del lunes.
«Cuando los derechos de las mujeres son atacados en todo el mundo, Francia se levanta y ocupa su lugar en la vanguardia del progreso», celebró el miércoles el primer ministro, Gabriel Attal, en la red social X.
Casi medio siglo después de su despenalización en Francia, existe un amplio apoyo social, pero la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 2022 de dejar de reconocerlo como un derecho federal activó las alarmas.
Empezó entonces un largo proceso legislativo, impulsado por la oposición de izquierda y el oficialismo, que culminará el lunes con la celebración de un Congreso extraordinario que reunirá conjuntamente a diputados y senadores.
La ilustre sala del Congreso, creada a finales del siglo XIX en el palacio de Versalles, al suroeste de París, acogerá esta consagración, que volverá «irreversible» este derecho, en palabras del presidente Emmanuel Macron.
Su inscripción necesita el apoyo de tres quintas partes de los legisladores presentes, pero esta se anuncia favorable. De los 925 diputados y senadores franceses, 760 ya dieron su visto bueno en los votos unicamerales.
Antes que Francia, Chile intentó introducir el derecho para las mujeres a «una interrupción voluntaria del embarazo» en su proyecto de nueva Constitución en 2022, que los chilenos rechazaron en referendo.
Varios países de los Balcanes cuentan con esta protección pero de forma implícita, como herencia del «derecho humano de decidir libremente sobre el nacimiento de los hijos» incluido en la Carta Magna de 1974 de la entonces Yugoslavia.
Cuba también hace una referencia velada cuando habla de «derechos reproductivos» en su Constitución y, en algunos países africanos como Kenia, esta recoge las excepciones a una práctica prohibida constitucionalmente.
Por el contrario, algunos países prohíben el aborto en su Constitución al blindar un derecho a la vida desde la concepción, como en el caso de República Dominicana, Filipinas, Madagascar, Honduras y El Salvador.