El Cairo.-Este domingo, en la provincia septentrional de Al Raqa, en Siria, al menos 13 personas perdieron la vida mientras buscaban trufas debido a la detonación de una mina terrestre abandonada por el grupo terrorista Estado Islámico (EI). Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las víctimas, en su mayoría mujeres de la tribu ‘Al Bukhmis’, fallecieron en el desierto de Al Rusafa, al sur del área arqueológica, en las afueras de Al Raqqa.
Durante los últimos diez días, según el mismo informe, se han registrado 31 muertes en incidentes similares durante expediciones de recolección de trufas. Entre los fallecidos, se incluyen tres miembros del régimen y ocho integrantes de las Fuerzas de Defensa Nacional, mientras que otros tres resultaron heridos.
Las minas del Estado Islámico, diseminadas en gran parte del desierto sirio, representan un peligro constante para los ciudadanos que buscan trufas, causando muertes y lesiones cada año. Estas tragedias subrayan la grave crisis económica que atraviesa el país, donde la mayoría de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
A pesar de la derrota territorial del EI en 2019, la presencia de células activas del grupo aún persiste, especialmente en el desierto central del país, representando una amenaza continua para la seguridad y el sustento de los habitantes de la región.