Chile enfrenta una de las tragedias más devastadoras de su historia, con incendios forestales que han cobrado la vida de al menos 112 personas y dejado cientos de familias sin hogar en la región de Valparaíso. La magnitud de la catástrofe ha llevado al gobierno chileno a declarar dos días de luto nacional en memoria de las víctimas.
El subsecretario del ministerio del Interior, Manuel Monsalve, anunció el trágico balance, destacando que el Servicio Médico ha identificado 32 cuerpos hasta ahora. Las altas temperaturas, el viento y la baja humedad contribuyeron a la rápida propagación del fuego, afectando áreas urbanas y dejando a comunidades enteras devastadas.
Familias enteras han perdido sus hogares y posesiones, enfrentándose a una situación desgarradora. La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, informó que 190 personas siguen desaparecidas en su ciudad, lo que ha generado un llamado urgente para acelerar las investigaciones sobre los fallecidos debido al alto número de personas reportadas como desaparecidas.
Joan Saavedra, urbanista de Valparaíso, describe la propagación del fuego desde los asentamientos informales hasta los barrios más formales, destacando la vulnerabilidad de las áreas construidas ilegalmente en laderas expuestas.
El presidente chileno, Gabriel Boric, ha calificado estos incendios como la tragedia más grande desde el terremoto de 2010. En una década marcada por mega incendios forestales relacionados con el clima extremo, altas temperaturas, sequía prolongada y factores humanos, Chile se enfrenta ahora a una emergencia nacional.
El gobierno chileno está movilizando todos los recursos disponibles para enfrentar esta crisis, y se hace un llamado a la solidaridad nacional e internacional para brindar apoyo a las comunidades afectadas.