Habana, Cuba. – El régimen cubano ha impuesto un drástico aumento del 500% en el precio del combustible desde febrero y un 25% en electricidad desde marzo, decisiones que reflejan su gestión de la crisis económica y el déficit fiscal.
Los aumentos de precios han sido recibidos con indignación por la población cubana, que ya sufre una escasez generalizada de alimentos y productos básicos. Las protestas contra el gobierno se han intensificado en las últimas semanas, y el régimen ha respondido con represión.
El aumento del precio del combustible es particularmente preocupante para la economía cubana, que depende en gran medida de los hidrocarburos importados. El gobierno ha dicho que los aumentos son necesarios para reducir el déficit fiscal, pero los analistas dicen que son un signo de la desesperación del régimen ante la crisis.
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El déficit fiscal de Cuba se ha disparado en los últimos años, debido a la caída del turismo, la pandemia de COVID-19 y las sanciones de Estados Unidos. El gobierno ha intentado recaudar más ingresos a través de impuestos y préstamos, pero estas medidas no han sido suficientes.
Los aumentos de precios son solo una de las medidas que el régimen cubano ha tomado para tratar de enfrentar la crisis. El gobierno también ha impuesto restricciones a las importaciones y ha devaluado la moneda nacional. Sin embargo, estas medidas parecen estar teniendo poco efecto para mejorar la situación económica.
Los analistas dicen que el régimen cubano se enfrenta a una situación cada vez más difícil. La crisis económica está generando descontento social y el gobierno está perdiendo legitimidad. Es posible que el régimen se vea obligado a realizar cambios drásticos en los próximos meses, o incluso a renunciar.