KHAN YOUNIS, Franja de Gaza— Los palestinos en la asediada Gaza abarrotaban el lunes escuelas y hospitales para buscar cobijo mientras se acababan el agua y la comida. Más de un millón de personas han huido de sus casas antes de una invasión israelí prevista para destruir a Hamas en represalia por un ataque miliciano en el sur de Israel.
Mientras se reducían las reservas de comida, agua y medicamentos en el enclave, todas las miradas apuntaban al cruce de Rafah entre Gaza y Egipto, donde camiones llenos de ayuda que se necesitaba con urgencia llevaban días esperando mientras los mediadores buscaban un alto el fuego que permitiera llevar la ayuda a Gaza y que los extranjeros salieran. El paso, la única conexión entre Gaza y Egipto, se cerró hace casi una semana debido a los ataques aéreos israelíes.
El ministro egipcio de Exteriores, Sameh Shoukry, dijo que Israel “no ha tomado una decisión de abrir el cruce desde el lado de Gaza”. El gobierno israelí no respondió a una petición de comentarios.
El Ministerio de Salud de Gaza informó de 2.750 palestinos muertos y 9.700 heridos desde que comenzaron los combates, más que en la guerra de Gaza de 2014, que duró unas seis semanas. Eso la convierte en la más mortal de las cinco guerras de Gaza para los dos bandos.
Más de 1.400 israelíes han muerto, la gran mayoría civiles asesinados en el ataque de Hamas del 7 de octubre. El ejército israelí dijo el lunes que había 199 personas capturadas por Hamas y retenidas en Gaza, una cifra superior a las estimaciones anteriores. El ejército no especificó las nacionalidades de los cautivos.
Los ataques aéreos israelíes de la última semana han pulverizado vecindarios enteros mientras los cohetes milicianos seguían saliendo hacia Israel. Se esperaba que Israel emprendiera una ofensiva terrestre para matar a líderes de Hamas, recuperar rehenes y destruir la infraestructura militar del grupo, que en gran parte se encuentra en zonas residenciales.
Es probable que los combates calle a calle multipliquen las bajas en ambos bandos.
Israel ha ordenado a más de un millón de palestinos —casi la mitad del territorio— que se muevan al sur de Gaza. El ejército dice que intenta alejar a los civiles antes de una gran campaña contra Hamas en el norte, donde dice que los milicianos tienen extensas redes de túneles y lanzacohetes.
Hamas ha instado a la gente a quedarse en sus casas y el ejército israelí publicó fotos el domingo que según dijo mostraban un bloqueo de carretera de Hamas que impedía circular hacia el sur.
Por tercer día, el ejército israelí anunció un corredor seguro para que la gente se trasladara de norte a sur entre las 08:00 y el mediodía. Dijo que más de 600.000 personas habían evacuado ya la zona de Ciudad de Gaza.
Se estimaba que los hospitales en Gaza se quedarían sin combustible para los generadores en las próximas 24 horas, lo que ponía en peligro las vidas de miles de pacientes, según Naciones Unidas. La única central eléctrica de Gaza se apagó por falta de combustible después de que Israel bloqueara por completo el territorio de 40 kilómetros (25 millas) de largo tras el ataque de Hamas.
La Organización Mundial de la Salud dijo que los hospitales están “desbordados” mientras la gente busca un lugar seguro. “Nos preocupan los brotes de enfermedades debido al desplazamiento masivo y la escasez de agua y saneamiento”, indicó. Cuatro hospitales en el norte de Gaza ya no funcionan y 21 han recibido órdenes israelíes de evacuar. Los médicos se han negado, afirmando que supondría la muerte de enfermos graves y recién nacidos conectados a respiradores.
Israel ha dicho que no se levantará el asedio hasta que Hamas libere a todos los cautivos, aunque el Ministerio de Agua del país dijo que se había restablecido el agua corriente en “un punto específico” de Gaza, en un lugar a las afueras de la población sureña de Khan Younis. Cooperantes en Gaza dijeron no haber visto pruebas aún de que volviera a llegar agua.
Mientras tanto, el ejército israelí ordenó a la población que evacuara 28 poblaciones cerca de la frontera libanesa tras un creciente fuego transfronterizo entre Israel y el grupo armado libanés Hezbollah. La orden militar afectaba a las localidades en un espacio de 2 kilómetros desde la frontera.
La evacuación permitirá a las fuerzas israelíes actuar con más margen, dijo el contraalmirante Daniel Hagari, vocero militar. “Israel está lista para operar en dos frentes, e incluso más”, dijo. “Si Hezbollah comete el error de ponernos a prueba, la respuesta será letal”.
Milicianos de Hezbollah lanzaron cohetes y un misil antitanque el domingo e Israel respondió con ataques aéreos y artillería. El ejército israelí también reportó disparos en uno de sus puestos fronterizos. Al menos una persona murió en el lado israelí y varias resultaron heridas en los dos bandos.
Un dron israelí lanzó dos misiles el domingo por la noche en una colina al oeste de la localidad de Kfar Kila, en el sur de Líbano, según la estatal Agencia Nacional de Noticias. No se reportaron bajas en los ataques, que golpearon un centro militar libanés.
Hezbollah dijo en un comunicado que había lanzado cohetes hacia una posición militar en la localidad fronteriza norteña de Shtula en represalia por los ataques israelíes que mataron el viernes al camarógrafo de Reuters Issam Abdallah y el sábado a dos civiles libaneses. La milicia dijo que el incremento del fuego era una “advertencia” y no significaba que Hezbollah hubiera decidido entrar en la guerra.
El el puerto de Haifa, en el norte de Israel, el gobierno estadounidense empezó a evacuar a unos 2.500 ciudadanos estadounidenses por mar a Chipre. Las aerolíneas comerciales han suspendido en su mayor parte los vuelos al aeropuerto internacional israelí de Ben-Gurion, lo que hace muy difícil salir del país.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó a Israel por segunda vez en una semana, según el Departamento de Estado, tras completar una frenética gira por seis países árabes para impedir que los combates desencadenen un conflicto regional más amplio.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también valoraba viajar a Israel, aunque no se habían concretado planes al respecto. En una entrevista televisada el domingo por la noche, Biden, que ha reiterado su apoyo a Israel, dijo sin embargo que sería un “gran error” que el país volviera a ocupar Gaza.
Los embajadores de Israel ante Estados Unidos y Naciones Unidas dijeron el mismo día que el país no busca una ocupación. Pero Israel hará “lo que haga falta para destruir las capacidades (de Hamas)”, dijo el embajador ante la ONU, Gilad Erdan, a la CNN.