El presidente Joe Biden acusó otra vez a los republicanos de tomar a la economía estadounidense como «rehén» al condicionar el aumento del techo de la deuda a un recorte «draconiano» del gasto público.
Biden afirmó que les diría a los líderes del Congreso cuando se reúnan el martes, que deben hacer «lo que todos los demás Congresos han hecho: aprobar (el incremento de) el límite de la deuda, evitar el default».
Los congresistas republicanos insisten en que Biden acepte importantes recortes presupuestarios antes de votar a favor de aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos, indispensable para que el gobierno pueda pedir prestado más dinero.
El gobierno de Biden afirma que los fondos se agotarán el 1 de junio de no mediar un voto positivo en el Congreso.
«Están tratando de mantener la deuda como rehén para (conseguir) que aceptemos algunos recortes draconianos», consideró Biden en una reunión sobre economía en la Casa Blanca.
El presidente hizo hincapié en que está dispuesto a debatir sobre reducciones presupuestarias, pero siempre que la negociación no se vincule al límite de la deuda.
«Podemos debatir dónde recortar, cuánto gastar (…) pero no bajo la amenaza de default», recalcó.
«Estamos preparados para ese debate», dijo, pero «lo último que necesita este país, después de todo lo que hemos pasado, es una crisis fabricada, y eso es lo que es: una crisis fabricada de principio a fin».
Aunque Estados Unidos alcanzó en enero su límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares, el Tesoro tomó medidas extraordinarias que le permiten seguir financiando las actividades del gobierno.
Si el tope de la deuda no es elevado o suspendido por el Congreso, el gobierno corre el riesgo de incumplir sus obligaciones de pago, una situación inédita con profundas implicaciones para la economía estadounidense y mundial.