La sonda espacial JUICE está lista para emprender el jueves un viaje de ocho años hasta Júpiter, el planeta gigante del Sistema Solar y sus lunas heladas, a la búsqueda de condiciones propicias para la vida extraterrestres.
La sonda Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE) es la misión estrella de la Agencia Espacial Europea (ESA) y será lanzada al espacio a bordo de un cohete Ariane 5 desde la Guayana Francesa.
JUICE 6.2 toneladas y a bordo lleva diez instrumentos científicos. Tras subir a 1,500 km de altura, será propulsado para su viaje hasta Júpiter, informó Véronique Loisel, jefa del proyecto de Arianespace, en conferencia de prensa.
Su llegada en órbita está prevista en 2031, a unos 628 millones de kilómetros de la Tierra.
Un viaje largo y sinuoso, porque la sonda no tiene suficiente potencia para llegar a Júpiter mediante una trayectoria directa.
En realidad JUICE irá «saltando» de planeta en planeta, utilizando sus fuerzas de gravedad respectivas para ser propulsado hacia adelante, como una catapulta.
Primero rodeará la Luna, luego Venus (2025), luego de nuevo la Tierra (2029), que le ayudará a tomar el impulso definitivo hasta Júpiter y sus lunas heladas, descubiertas por la sonda Galileo hace 400 años.
Cuando sobrevuele Venus, Juice soportará temperaturas de 250º C y cuando llegue a Júpiter de -230º C, «una enorme diferencia», advierte Carole Larigauderie, del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES).
Para soportar esa variabilidad la sonda está recubierta de varias capas de material aislante.
«Sistema Solar en miniatura»
Otro desafío es mantener su suministro energético a plena potencia. La luz del Sol en esos confines es 25 veces inferior a la que recibe la Tierra, así que JUICE cuenta con 85 m2 de paneles solares.
Tras una peligrosa frenada, se pondrá en órbita alrededor de Júpiter. Y ahí empieza su misión científica: inspeccionar ese enorme planeta y sus principales satélites, Io, Europa, Ganimedes y Calisto.
«Es un sistema solar en miniatura cuyo estudio permitirá comprender mejor cómo se formó nuestro propio Sistema Solar», explica Olivier Witasse, responsable científico del proyecto en el seno de la Agencia Espacial Europea.
JUICE utilizará los datos meteorológicos, estudiará los campos magnéticos, escrutará la conexión entre las distintas lunas para detectar ambientes favorables al surgimiento de otras formas de vida.
JUICE examinará en particular Ganímedes, la mayor luna del Sistema Solar, la única que posee un campo magnético que la protege de las radiaciones. JUICE debería entrar en órbita de Ganímedes en 2034.
Como Europa, Ganímedes es un candidato ideal para la búsqueda de condiciones de vida extraterrestre.
«Eso no quiere decir que vamos a encontrar vida, sino que queremos saber si es posible», precisa Francis Rocard, planetólogo del CNES.
Tanto Ganímedes como Europa están recubiertos de una gruesa capa de hielo, y debajo hay vastos océanos de agua líquida, condición principal para que pueda surgir vida.
Pero los expertos aceptan que no tienen «la menor idea» de cómo podría ser esa señal de vida, declara Francis Rocard.
Los datos serán completados por los que recoja la sonda de la Nasa Europa Clipper, que partirá rumbo al satélite Europa en 2024.
JUICE es la primera misión europea que se aventura en la región exterior del Sistema Solar, después de Marte.
La misión ha costado unos 1,750 millones de dólares, y se lleva a cabo en plena crisis de lanzaderas en Europa.
A causa de las sanciones internacionales, las naves rusas Soyuz abandonaron Kourou. El proyecto Ariane 6 ha sufrido retrasos, y el primer vuelo comercial Vega C se saldó con un fracaso.