Más de 420.000 alumnos del Distrito Escolar de Los Ángeles, el segundo más numeroso de EE.UU., se quedaron este martes en sus casas durante la primera jornada de una huelga de tres días convocada por personal de centros educativos públicos, quienes piden mejores salarios y condiciones de trabajo.
Conductores de autobús, conserjes, asistentes de estudiantes con necesidades especiales y trabajadores de cafetería de 1.000 colegios del área metropolitana angelina exigen un aumento salarial del 30 % y un extra de 2 dólares más por hora para los empleados peor pagados.
Agrupados en la sección Local 99 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, en inglés), los 30.000 trabajadores en huelga consideran necesaria una subida para hacer frente al incremento del coste de vida experimentado en la ciudad durante los últimos años.
Local 99 negoció sin éxito con el Distrito Escolar hasta última hora de la tarde de ayer después de haberse sentado juntos también la semana pasada, cuando llegó la mejor y última oferta: un aumento acumulativo del 23 % sobre las nóminas de los trabajadores desde 2020.
«El Distrito Escolar nos consideró trabajadores esenciales durante la pandemia, pero parece que se les ha olvidado», afirmó Conrado Guerrero, presidente de Local 99, durante una marcha celebrada este martes en el centro de Los Ángeles donde añadió que actualmente «las negociaciones están estancadas».
Por su parte, el superintendente del Distrito Escolar, Alberto Carvalho, emitió un comunicado hoy en el que señaló que buscarán retomar el diálogo, pero hizo hincapié en que la propuesta de la semana pasada ya era una «oferta histórica» que reconocía «los grandes sacrificios de este grupo de empleados».
Las escuelas del distrito escolar en huelga sirven 300.000 desayunos y 285.000 almuerzos a estudiantes latinos y afroamericanos de las comunidades menos favorecidas, quienes recibirán los alimentos en 24 puntos de la ciudad organizados por el Ayuntamiento para atender sus necesidades mientras dure el corte de las clases.
El gremio Profesores Unidos de Los Ángeles (UTLA, en inglés), que reúne a 35.000 maestros, mostró su solidaridad y también se ha sumado a este paro, mientras negocian un aumento salarial del 20 % en dos años, comenzando con un 10 % para el curso vigente.
Los miembros de SEIU llevan trabajando sin contrato desde junio de 2020 y el convenio de los profesores expiró en junio de 2022.
La huelga actual supone la interrupción más larga de la actividad en las aulas del segundo sistema escolar del país después del paro de 6 días que llevaron a cabo los docentes en 2019.