Santo Domingo.- El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN) realizó un encuentro con autoridades de la provincia San Cristóbal, a las que presentó las conclusiones preliminares del estudio realizado por George Veni, el reputado experto estadounidense especializado en el estudio de cavernas, traído al país para evaluar la situación de la Reserva Antropológica Cuevas de Borbón o del Pomier.
El informe preliminar del estadounidense George Veni resalta que, de 55 cuevas listadas en El Pomier, este listado se redujo al notar, en sus exploraciones de las últimas dos semanas, que algunas se conectan entre sí,“pero se descubrieron otras cuevas no contabilizadas, y ahora el número es de 57 cuevas”.
Indica que se confirmó la ubicación y entrada de 24 cuevas, de las que hay 9 cavernas que han sido afectadas por la actividad minera y otras 7 afectadas por la operación de las canteras.
Se conoce que hay 25 cuevas que tienen arte rupestre y algunas de las cuevas que fueron destruidas por la actividad minera contenían pictografías y petrográficos que ya se perdieron, lamentó Veni.
Recomendó completar el trabajo de inventariar y ubicar todas las cuevas; realizar investigaciones en las áreas de geología, biología, arqueología, etc.; crear programas de seguimiento para monitorear y buscar cambios que ocurran dentro de las cuevas, y mapear más cuevas y con más detalle.
Considera que el plan de remediación que se contemple debe ser ambiental y ecológicamente sostenible. En ese sentido, recomienda: primero, que no se extienda la pendiente del muro de la cantera hacia o dentro de la reserva; y segundo, cambiar las pendientes de la pared desde abajo, no desde arriba. “En lugar de hacer cortes, es mucho mejor rellenar, trayendo material en lugar de hacer excavaciones”, dijo.
Advirtió que construir taludes cerca de la caverna número 4 podría afectarla, al tiempo que expresó preocupación por “la contaminación de las aguas para consumo humano”.
“Han ocurrido eventos en los cuales las aguas en La Toma de San Cristóbal se han emblanquecido. Eso obedece a la cal que llega a estar en contacto con las aguas subterráneas que eventualmente llegan a las aguas superficiales. En las canteras suelen hacerse perforaciones. Cuando se hacen voladuras se genera mucho polvo en el aire y luego ese polvo puede pasar a través de las perforaciones en el subsuelo”.
Otra contaminación en áreas cerca de canteras y las minas, viene como resultado del uso de explosivos en las voladuras. “Alrededor del 30 % del material explosivo se queda como residuo en el ambiente y el subsuelo, y ese material contamina las aguas subterráneas”, indica el experto, según una traducción libre de sus conclusiones.
Recomienda hacer estudios con trazadores para delimitar las áreas que drenan hacia La Toma y otros puntos de captación de aguapara los sistemas de abastecimiento y trasladar la actividad minera a otro lugar, ya que la minería puede encontrar el mismo material de roca caliza en otros lugares, no muy lejanos al lugar actual.
“La operación minera puede trasladarse hacia el Oeste, donde los mapas hidrogeológicos muestran que tienen el mismo material de roca caliza en un área de por lo menos 110 kilómetros cuadrados. Esa es un área mucho mayor que donde se ha explotado hasta ahora. Sin embargo, antes de hacer ese cambio deben realizarse todos los estudios de impacto ambiental antes de hacer un cambio de ese tipo”. “Es muy probable que, por ser roca caliza, también existan cuevas que deben ser exploradas e investigadas”, agrega.
En cuanto al aprovechamiento de la reserva con fines turístico, recomienda mejorar los caminos de acceso y la señalización de las cuevas, crear un centro de visitantes; crear recorridos por el bosque y otras actividades; limpiar las cuevas y mantener a la gente en los senderos; aumentar los precios del tour para extranjeros. “La inversión se recuperará con un mayor turismo y luego los fondos financiaran más investigaciones y protección de la reserva”, plantea Veni.
El viceministro de Suelos y Aguas, René Mateo de los Santos, encabezó la actividad realizada en la sede de Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid), con la presencia de la gobernadora de San Cristóbal, Pura Casilla, y el procurador de corte Francisco Contreras, titular de la Procuraduría Especializada para la Protección del Medio Ambiente (Proedemaren).
También, el viceministro José Ramón Reyes, de Costeros y Marinos; el director de Egehid, Ángel Rafael Salazar Rodríguez; el abogado Nelson Pimentel, de la Coalición para la Defensa de las Áreas Protegidas; el geólogo Osiris de León y senador electo por San Cristóbal, Gustavo Lara Salazar.
Además, Ching Ling Ho, directora de Dominicana Cultural y Creativa de la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (Propeep), así como el director de Minería No Metálica de Suelos y Aguas, Juan Sierra, y el hidrólogo Fidel Pérez.
El viceministro Mateo de los Santos recordó que la preocupación por preservar las Cuevas del Pomier se remontan a 1849, cuando un cónsul de Gran Bretaña ponderó su valor y se publicó información en Londres en 1851. Explicó que Suelos y Aguas procedió a contactar al experto internacional porque el Viceministerio de Áreas Protegidas le pidió una opinión sobre un plan de remediación sometido al MMARN por una de las empresas que se dedican a la explotación minera en la zona del Pomier.
“Cuando esa opinión llegó a nosotros, yo de manera personal invité al ministro de Medio Ambiente a que me visitara. Cuando fui, y vi los farallones, yo dije: ‘yo no tengo capacidad para decidir si lo que se está planteando en esto, que vuelven a hacer nuevas voladuras, es posible hacerlo’”, dijo Mateo de los Santos.
Indicó que, por esa razón, el ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, respaldó la idea de buscar una ayuda calificada que permitiera al país tomar las decisiones más apropiadas para conservar la importante reserva antropológica.