El recalentado de Navidad y Año Nuevo es una tradición arraigada en muchas familias dominicanas. Es una forma de aprovechar los alimentos sobrantes de la cena y disfrutarlos en un ambiente más relajado y familiar.
Pero, ¿por qué muchos consideran que el recalentado sabe mejor? ¿Tiene fundamento científico o es solo una cuestión de percepción?
Explicaciones científicas
Desde el punto de vista científico, los procesos químicos que se producen durante el almacenamiento y recalentamiento de los alimentos pueden cambiar su estructura y composición de sabores.
Cuando los alimentos se enfrían tras ser cocinados, se ralentizan las reacciones enzimáticas y microbiológicas, lo que puede evitar la degradación de ciertos sabores.
Además, en el caso de guisos o platillos líquidos como sopas, caldos y salsas, la refrigeración puede hacer que los ingredientes absorban más los líquidos, permitiendo que los sabores se infundan de manera más uniforme. Al calentar de nuevo estos platos, se pueden liberar compuestos volátiles adicionales que potencian su aroma y gusto.
Explicaciones culturales y psicológicas
Desde una perspectiva cultural y psicológica, la comida recalentada puede evocar recuerdos y emociones positivas relacionadas con las celebraciones recientes. La comodidad de disfrutar de una buena comida sin la presión del evento principal podría permitir a las personas centrarse más en los sabores y disfrutar más de la experiencia del recalentado.
Precauciones para un recalentado seguro
Recalentar alimentos de la cena de Navidad o Año Nuevo a veces puede ser peligroso por varias razones relacionadas con el crecimiento bacteriano y la manipulación inadecuada de los alimentos.
Temperatura de almacenamiento
Los alimentos deben refrigerarse a una temperatura segura (generalmente por debajo de 4°C) lo antes posible después de haber sido servidos. Dejar alimentos a temperatura ambiente durante periodos prolongados permite el crecimiento de bacterias peligrosas.
Enfriamiento lento
Grandes porciones o platos densos pueden enfriarse lentamente, permitiendo que las bacterias crezcan en áreas donde la temperatura sigue siendo templada. Al recalentar, especialmente en un microondas, pueden producirse zonas de calor desigual, donde algunas partes del alimento podrían no alcanzar la temperatura requerida para matar las bacterias.
Algunas bacterias
Algunas bacterias, como Staphylococcus aureus, pueden producir toxinas que son resistentes al calor y no se destruyen al recalentar los alimentos.
Otros factores
Otro punto que vuelve riesgoso el recalentado es el cambio en la textura y calidad de los alimentos, pues algunos pueden deteriorarse en términos de textura y sabor al volver a pasar por el fuego.
También porque puede haber contaminación cruzada, es decir, si los alimentos cocidos se manipulan o almacenan junto con alimentos crudos, pueden contaminarse con bacterias o virus de los alimentos crudos.
Cómo recalentar los alimentos de forma segura
Para minimizar estos riesgos, es importante practicar una buena higiene alimentaria, enfriar rápidamente los alimentos, almacenarlos correctamente y asegurarse de que se recalentan hasta alcanzar una temperatura interna segura que garantice la eliminación de bacterias peligrosas.
Consejos
- Refrigere los alimentos lo antes posible después de haber sido servidos.
- Divida los alimentos en porciones pequeñas para que se enfríen más rápidamente.
- Refrigere los alimentos en recipientes herméticos para evitar que se contaminen con otros alimentos.
- Consuma los alimentos sobrantes en un plazo de 3 a 4 días.
- No recaliente los alimentos más de una vez.
- Al recalentar los alimentos, asegúrese de que alcanzan una temperatura interna de al menos 74°C.
Alimentos que no se deben recalentar
Al considerar los factores de temperatura y crecimiento de bacterias, hay algunos platillos o alimentos que sería mejor no recalentar de la cena de Navidad y Año Nuevo:
- Verduras de hoja verde y ensaladas: deben consumirse frescas; al recalentarlas pueden perder textura y nutrientes, y si no se almacenan correctamente pueden ser un caldo de cultivo de bacterias.
- Platos con crema o mayonesa: si se deja fuera de la nevera más tiempo del recomendado, pueden desarrollarse bacterias peligrosas. Si no se han almacenado a una temperatura adecuada, es mejor no recalentarlos.
- Mariscos: tienen un alto riesgo de descomposición rápida; si no están frescos o si han estado a temperatura ambiente durante más de un par de horas, no deben volver a pasar por el fuego.
- Arroz: puede contener esporas de Bacillus cereus, una bacteria que puede sobrevivir al proceso de cocción.