Un creciente número de estadounidenses está optando por los llamados «teléfonos tontos» —dispositivos que solo permiten llamadas y mensajes de texto— para evitar lo que muchos describen como un «modo zombi» inducido por el uso excesivo de smartphones.
Esta tendencia ha disparado las ventas de estos teléfonos, alcanzando 2.8 millones de unidades vendidas el año pasado en Estados Unidos.
Caroline Cadwell, una mujer de California, relató su experiencia a medios locales, señalando que el cambio fue inicialmente incómodo, pero luego lo consideró «liberador» al lograr mayor enfoque y espacio en su vida cotidiana. «Es sorprendente lo mucho que ganan tus relaciones cuando renuncias al teléfono inteligente«, afirmó Cadwell, quien dejó un trabajo por agotamiento tras 15 años en el sector tecnológico.
Este movimiento por reducir la dependencia de los smartphones, impulsado por empresas como Dumbwireless y grupos como Smartphone Free Childhood, también ha tomado fuerza entre quienes buscan limitar el uso de dispositivos entre los niños. Christina Dinur, madre y editora de Milwaukee, reveló que su cambio fue motivado por una amiga y por el libro La generación ansiosa de Jonathan Haidt, que vincula los teléfonos inteligentes con un aumento en los índices de ansiedad.
Algunos estudios sostienen que el uso del smartphone puede llegar a ser compulsivo, con personas tocando sus dispositivos hasta 2,600 veces al día.