Luxemburgo se convirtió en el primer país en ofrecer transporte público gratuito en trenes, tranvías y autobuses, en un esfuerzo por disminuir el tráfico y las emisiones de gases contaminantes. Con más de 600.000 habitantes y una afluencia diaria de 214.000 trabajadores de países vecinos como Alemania, Bélgica y Francia, la nación europea busca aliviar la congestión y apoyar a la población de bajos ingresos. Antes de la medida, el pase anual costaba 440 euros, aunque quienes deseen viajar en primera clase deberán pagar 660 euros al año.
El transporte gratuito, pionero en todo un país, espera reducir el uso de automóviles, pues más de la mitad de las emisiones de gases de Luxemburgo provienen del sector transporte. Esta estrategia podría servir como modelo para otras regiones, especialmente en áreas urbanas densas y con problemas de movilidad.
Iniciativas globales de transporte gratuito
Luxemburgo no es el único que apuesta por facilitar la movilidad sostenible y accesible. Varias ciudades en el mundo han implementado sistemas de transporte gratuito para mejorar la calidad de vida y el medio ambiente:
- Dunkerque, Francia: Desde 2018, los autobuses son gratuitos, incluso para desplazamientos hasta Bélgica.
- Tallin, Estonia: En esta capital europea, el transporte público es gratuito para residentes desde 2013, generando ingresos adicionales por el incremento de registros fiscales locales.
- Cluj-Napoca, Rumanía: Los viernes, los residentes pueden viajar sin costo en autobuses, trenes y tranvías.
- Avesta, Suecia: Desde 2012, los autobuses son gratuitos, promoviendo un transporte más ecológico y accesible para sus habitantes.
Estas iniciativas evidencian el interés global en la movilidad sostenible, contribuyendo a la reducción de emisiones y apoyando a comunidades de ingresos variados.