La sensibilidad del habla del cerebro de los perros dirigida a perros y bebés fue más pronunciada cuando los hablantes eran mujeres y se vio afectada por el tono de la voz y su variación.
Los perros muestran una mayor sensibilidad cerebral al discurso dirigido a ellos que al discurso dirigido a adultos, especialmente si lo hablan mujeres, según un nuevo estudio en Communications Biology.
Cuando nos comunicamos con destinatarios que tienen competencia lingüística limitada (como bebés y perros), para captar y mantener su atención, hablamos con un estilo de habla específico caracterizado por una prosodia exagerada.
El habla dirigida a los bebés es muy importante ya que ayuda al desarrollo cognitivo, social y del lenguaje saludable de los niños. Entonces, no sorprende que los cerebros de los bebés estén sintonizados con este estilo de habla, pero ¿los cerebros de los perros también son sensibles a la forma en que les hablamos?
Para responder a esta pregunta, los investigadores midieron la actividad cerebral del perro mediante imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI). En la resonancia magnética, perros familiares entrenados y conscientes escucharon el habla dirigida por perros, bebés y adultos grabada por 12 mujeres y 12 hombres en interacciones de la vida real.
«Estudiar cómo los cerebros de los perros procesan el habla dirigida por perros es emocionante, porque puede ayudarnos a comprender cómo la prosodia exagerada contribuye al procesamiento eficiente del habla en una especie no humana experta en depender de diferentes señales del habla (por ejemplo, seguir órdenes verbales)», explica Anna Gergely, coprimera autora del estudio
Curiosamente, la sensibilidad del habla del cerebro de los perros dirigida a perros y bebés fue más pronunciada cuando los hablantes eran mujeres y se vio afectada por el tono de la voz y su variación. Estos resultados sugieren que la forma en que hablamos con nuestros perros sí importa y que su cerebro es específicamente sensible a la prosodia exagerada típica de la voz femenina.
«Lo que hace que este resultado sea particularmente interesante es que en los perros, a diferencia de los bebés, esta sensibilidad no puede explicarse ni por una antigua capacidad de respuesta a señales conespecíficas ni por la exposición intrauterina a la voz de las mujeres. Sorprendentemente, los patrones de tono de voz que caracterizan el habla dirigida por los perros de las mujeres son «No se utiliza normalmente en la comunicación entre perros; por lo tanto, nuestros resultados pueden servir como evidencia de una preferencia neuronal que los perros desarrollaron durante su domesticación».