La tercera entrega de Venom, titulada Venom: The Last Dance, tuvo una apertura en taquilla inferior a las expectativas de Sony Pictures, recaudando 51 millones de dólares en su primer fin de semana.
Aunque la cinta protagonizada por Tom Hardy lideró en Norteamérica, no alcanzó los 65 millones proyectados ni logró igualar el impacto de las entregas anteriores de la franquicia del simbionte, que alcanzaron entre 80 y 90 millones en sus respectivos estrenos.