Quién iba a imaginar que los apellidos serían el ingrediente secreto para una boda completamente gratis. Esto fue lo que ocurrió con Joel Burger y Ashley King, una pareja de Illinois cuyos nombres no solo coincidieron con la famosa cadena de comida rápida, sino que les valieron una celebración cubierta al 100% por Burger King.
De la infancia al altar
Burger y King se conocieron en el jardín de infantes y, años después, decidieron unir sus vidas. En una divertida sesión de fotos de compromiso, posaron frente a un cartel de Burger King, probablemente pensando que sería una anécdota más. Pero la imagen se volvió viral, y tras un poco de presión mediática, la empresa decidió intervenir.
Un «Sí, quiero» patrocinado
Burger King no perdió tiempo y anunció que cubriría todos los gastos de la boda. Eric Hirschhorn, portavoz de la cadena, declaró:
«Sabíamos que queríamos honrar la unión del Sr. Burger y la Sra. King de una manera inolvidable. Todos en la marca Burger King coincidimos en que debía ser una boda espectacular y única.«
No solo fue un sueño hecho realidad para la pareja, sino también una genial movida de marketing para la marca. La boda se convirtió en una sensación mediática y en la mejor publicidad gratuita que pudo desear la cadena.
¿El resultado? Una celebración exitosa, una pareja feliz, y probablemente la nueva inspiración para quienes buscan aliviar los costos de sus bodas con un poco de creatividad. Quizá pronto veamos a alguien llamado McDonald casándose con una Wendy.
Un poco de historia: Burger King y su legado
Para quienes se lo pregunten, Burger King nació en los años 50 como Insta-Burger King en Jacksonville, Florida. Desde sus inicios, la marca optó por el modelo de franquicias, logrando un crecimiento acelerado aunque enfrentando retos de consistencia en sus operaciones.
Hoy, tras décadas de expansión y ajustes, Burger King sigue demostrando que sabe cómo adaptarse a los tiempos y, en este caso, cómo aprovechar una oportunidad única para dejar a todos hablando.