Atadecer.- Kalina de Bulgaria, la hija de Simeón de Bulgaria, ha captado la atención pública recientemente por su notable musculatura. Apodada la «princesa aventurera» por su afición a los deportes extremos, ahora podría ser conocida también como la «princesa fit«. A sus 52 años, ha conseguido esta figura gracias a un meticuloso entrenamiento con pesas, según reveló en una entrevista. La evidencia de su transformación física se hizo evidente esta semana durante el emotivo acto de repatriación y entierro de Fernando I de Bulgaria, celebrado en el Palacio Vrana de Sofía.
En las imágenes que circularon de la ceremonia, Kalina aparece caminando junto a su esposo, el navegante Kitín Muñoz. Su impresionante apariencia durante el evento, donde estaba presente también su padre, Simeón de Bulgaria, último rey del país, se volvió viral, especialmente una foto tomada en la cripta familiar.
La apariencia de Kalina no es un tema nuevo. En 2018, su esposo aclaró en la revista ¡HOLA! que el cambio en la nariz de la princesa no fue por razones estéticas sino debido a un problema de salud. En 1999, Kalina sufrió una perforación excesiva en la base del hueso durante un procedimiento dental, lo que le causó una infección. Al año siguiente, otra infección durante una expedición marítima le provocó daños estéticos que se extendieron hasta uno de sus ojos, obligándola a someterse a una cirugía.
A lo largo de los años, Kalina ha experimentado numerosos cambios de look, incluyendo trenzas y turbantes. Su transformación física reciente, demostrando una mayor musculatura, es solo el último capítulo en la vida de esta princesa multifacética.
