Santo Domingo. – En el 59º aniversario de la Revolución del 24 de Abril de 1965, la República Dominicana conmemora un levantamiento cívico-militar que marcó un hito en la historia nacional. Este evento, conocido como la Guerra de Abril, representó la lucha del pueblo dominicano por restaurar el orden constitucional y el gobierno legítimo de Juan Bosch, derrocado en 1963.
Un pueblo unido en pos de la libertad:
El 24 de abril de 1965, el pueblo dominicano, cansado de la opresión y anhelando el retorno de la democracia, se alzó en armas. Iniciando una guerra civil que se prolongaría por varios meses, con el objetivo de restablecer el gobierno de Bosch y defender sus derechos.
Militares constitucionalistas y civiles: una alianza por la democracia:
El levantamiento se originó en los campamentos militares 16 de Agosto y 27 de Febrero, ubicados en Santo Domingo. Rápidamente, la rebelión se extendió por todo el país, contando con el apoyo de amplios sectores de la población, incluyendo civiles, estudiantes, trabajadores y campesinos.
Un camino hacia la democracia:
Si bien la Revolución del 1965 no logró su objetivo inmediato de reestablecer el gobierno de Bosch, sí sentó las bases para un eventual retorno a la democracia. Tras la intervención de la OEA y la firma del Acta de Reconciliación Nacional, se celebraron elecciones libres en 1966, resultando electo Joaquín Balaguer.
Un legado que sigue vigente:
La Revolución del 24 de abril de 1965 dejó una huella imborrable en la historia dominicana. Un símbolo de la lucha por la libertad, la democracia y la justicia social. Un recordatorio del poder que tiene el pueblo cuando se une en un objetivo común.